Me confieso adoradora absoluta de tu sonrisa.
Creyente ciega de las historias que cuentan tus manos.
Me confieso obsesionada con tu olor impregnando mis sábanas.
Me confieso necesitada de tus abrazos para sentirme protegida.
Confieso que no serás mi suerte ni mi mejor casualidad,
pero agradezco que el destino nos puso en hora en el mismo lugar.
Tal vez los secretos mejor guardados son los que se pueden ver a simple vista.
Me confieso enamorada.