Me tocaste y ahora,
te quiero.
Me tocaste dejando que te tocara,
me tocaste al verte,
y al verte,
no podía ser de otra manera,
me enamoré.
Me tocaste y ahora sé que llevas aquí mucho tiempo,
como si hubiéramos nacido juntos.
Me tocaste y ahora te sé,
me sé tu piedra rossetta.
Me tocaste y ya no eres la misma,
ahora estás en todo aquello que solo tu y yo entendemos.